Queridos y escasos lectores
Vuelvo a casa a pasar la temporada de oscuridad, tras un viaje de casi medio año por el paradigma mas complejo y mas completo que he encontrado hasta ahora. Largo viaje que no ha acabado, me esperan aun miles de años, a penas si me ha dado para llegar al siglo III. Desde luego he ganado en altura de vuelo, y en profundidad. Camina conmigo la lechuza de Minerva.
En el camino he conocido al gremio de constructores, a los lapicidas del Arte 1200, a los monjes iro-escoceses y sus libros iluminados, y, como siempre, a un nutrido grupo de gilipollas. No se si esta ultima palabra podra traducirla mi fiel visitante de China, al que no puedo por menos que agradecer su constancia, asi como a todos vosotros; me avisa google de que el flujo de visita no ha cesado en mi ausencia. Thank you very much!.
Abandonado el muro de facebook (he echado la persiana definitivamente) creo que la actividad del blog sera algo mas febril de lo que acostumbraba, y es posible que os de la paliza arqueologica, aunque a decir verdad de lo que tengo ganas es de volver a hacer entradas con recetas de cocina, desvarios insomnes, o desparrames de amor. En definitiva volver a tomar posesion de mis dominios... del margrave de Ataraxia.
No se porque me despierto pensando en Manuel y su aficion a los rosales. Seguramente por lo del grupo de gilipollas. Cuanto tiempo ha pasado desde que formamos aquella cuadrilla literaria en mis primeros años en internet, que riete tu de Montparnasse. El "club" se llamaba el guarapo de hiel. Aquello no eran mujeres, eran vampiros sedientos de poetas checos, mujeres enfundadas en abrigos de pelo de doberman cuyos poemas preferidos iban en la linea de "Cerdo" de Anne Sexton. Y el mas preciado de aquellos amantes literarios, el lider Alfa, siempre fue el asmatico y viejo Manuel, sobre el que juraron todas y cada una de aquellas musas de la decadencia bailar sobre su tumba al son del oukelele, por supuesto despues de haber pasado una noche con el en aquel fumadero del guarapo de hiel. No me atrevo a desearte que descanses en paz, querido Manuel, pero a estas alturas seguramente estes ya criando malvas en vez de rosas. C'est la vie!
Espero poco a poco ir desempolvando mi pluma, mientras voy abriendo ventanas y quitando polvo, poniendo un poco de luz a este espacio, que, tras la entrada de Nerval (y me refiero a la imagen que ilustra el ultimo posteo), ha quedado ensombrecido, como si el tiempo arcaico lo hubiera tomado para si, cosa que tampoco seria extraña, este blog siempre fue magico. Quien sabe que clases de seres pululan ahora por aqui...
Y nada, reiteraros mi agradecimiento por vuestra espera, os deseo un dia maravilloso a todos. Nos vemos!
Temazo!
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